El dia 27 a les 6 de la tarda sortiren cap al Barranc de la Ribalera. Ho recorda Manuel Sainz de los Terreros en un breu diari personal de l'any 1937:
"Vino Mateo, y salida inesperada a las 6 de la tarde. Fuimos 23 y Mateo y Pallarés a un barranco al que llegamos a las 6 de la madrugada. Frío, andar a oscuras difícil, molesto y caídas. Dormimos 3 horas en gruta. Misa en barranco y comer algo y dormir (imposible, suelo todo inclinado con piedras)".
Respecte la Missa celebrada per sant Josepmaria a la Ribalera al matí del 28 de novembre, Antoni Dalmases escriu en el seu diari de l'any 1937:
"Aquí tiene lugar el acto más emocionante del viaje: la Santa Misa. Sobre una roca, arrodillado, casi tendido en el suelo, dice un sacerdote, que viene con nosotros, la Misa. No la reza como los otros sacerdotes de las iglesias. Habla las oraciones en voz alta, llora casi, y nosotros le imitamos, unos tendidos, otros arrodillados [...]. No se oye más que al Padre. Sus palabras claras y sentidas se meten en el alma. Nunca he oído Misa como hoy, no sé si por las circunstancias o porque el celebrante es un santo".
Després de la Missa, la gent de Juncàs els hi portaren un bon esmorzar i cap a les 5 de la tarda arribà el Josep Cirera que els portarà en 4 nits fins a Andorra, on arribaren al matí del dia 2 de desembre.
Nota.- Per ampliar aquesta breu notícia podeu llegir el llibre "Camino de Liberación", de les pàgines 58 a 91, i de la 245 a 253, on trobareu els testimonis escrits pels protagonistes de l'expedició.
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